“ Un pequeño paso para el hombre, un salto para la humanidad ”. Esta frase, de sobra conocida, es atribuida al Astronauta Neil Armstrong cuando el 20 de julio de 1969 puso un pie en la superficie lunar. La conquista del espacio ha sido un tema que ha tenido cautiva a la humanidad desde hace mucho tiempo y, cuando Armstrong lo consigue, lejos de cerrar el ciclo sucede todo lo contrario: un nuevo ciclo de investigaciones y aventuras había iniciado además de despertar el interés de otros por vivir esa experiencia en el futuro.
En la búsqueda de dar complacencia a este deseo por vivir la experiencia, han surgido diversos proyectos en la búsqueda de crear lo que bien se le puede llamar “turismo espacial”, es decir poner a disposición de quien quiera usarlo y pueda pagarlo la oportunidad de viajar al espacio.
Una de estas empresas es Virgin Galactic. Esta empresa, propiedad de Sir Richard Branson , ha estado trabajando en brindar la oferta de proporcionar vuelos espaciales suborbitales tripulados, lanzamientos suborbitales para misiones científicas y lanzamientos orbitales para satélites pequeños.
Richard Branson , cuyo nombre completo es Richard Charles Nicholas Branson, es un multimillonario inglés nacido en 1950 quien se ha caracterizado por ser un empresario con un extravagante estilo competitivo. En una ocasión, en 1988, fue cuestionado sobre si estaba dentro de su interés viajar al espacio, a lo que Branson respondió: “Me encantaría ir al espacio. Creo que no puede haber nada mejor. Así que si construyen una nave espacial, me encantaría ir contigo ”
Cuando han transcurrido más de treinta años desde que fue formulada la pregunta y la respondió entre risas, Branson a sus 70 años ha logrado ese sueño y ha viajado al espacio en una nave espacial construida por la empresa antes mencionada y que fue fundada en 2004. Luego de haber realizado este vuelo, que se convirtió en el vigésimo segundo de pruebas del aparato, la cuarta misión tripulada y la primera con el pasaje completo, Branson y su compañía pretenden facilitar el turismo espacial a quien tenga las posibilidades de cubrir con los costos que esto implica.
A bordo de la nave se encontraban, adicional a Branson, otros tres tripulantes además de los dos pilotos. La nave fue bautizada siguiendo la sugerencia del físico británico Stephen Hawking con el nombre “Unity” (Unidad). Su diseño le permite alcanzar una altitud de más de 80 kilómetros. Con su viaje al espacio, Branson no solo reafirmó su interés por la comercialización de este tipo de vuelos sino que logró aventajar a su competidor Jeff Bezos en por lo menos 9 días, pues el 20 de julio de este año tenía planificado realizar un vuelo al espacio también.
¿Qué nos depara el futuro? Un sinfín de posibilidades. Observar la forma en que estos magnates asignan recursos para la investigación y promoción de este tipo de vuelos, saber que existe gente interesada en adquirirlos y reconocer que ya estamos viviendo las primeras experiencias que lo permiten nos ponen a pensar que no es tan descabellado pensar que tu futuro y el de todos podría estar en otro mundo.